Acerca de este blog

Este blog aborda los descubrimientos de planetas desde una perspectiva amena y sencilla, pero siempre precisa y contrastada, para una lectura agradable.

03 julio, 2010

El mundo más viejo conocido: PSR B1620-26 b

Aunque mucho más conocido por su nombre de pila, este exoplaneta ha vivido de todo. Se trata de “Matusalén”. Su nombre deriva del hombre más viejo de la Biblia, que según explican, vivió 969 años.

Este exoplaneta, tiene unos 12.700 millones de años de edad, y ha sobrevivido a todo tipo de fenómenos. Desde la muerte de su estrella madre y su compañera, hasta las innumerables explc-1881113-10osiones de estrellas cercanas, vecinas de este mundo situado en el apretado cúmulo globular M4, en la constelación del Escorpión.

Al estar situado en un cúmulo globular, este mundo tiene posiblemente una bella vista de la enorme espiral que es la vía láctea. Los cúmulos globulares se hallan fuera de la galaxia, alrededor del núcleo, como abejas  alrededor de una flor. En el caso de M4, que se encuentra encima del disco galáctico, la vista debe de ser preciosa. Una preciosa vista de nuestra galaxia, una preciosa vista que es sólo un premio de consolación, comparado con todo lo que este dantesco planeta ha sufrido. A la derecha, una vista artística de PSR B1620-26b.

Antes de nada, echemos un ojo a sus características. Este gigantesco y veterano mundo, es conocido desde 1993, descubierto gracias a que un grupo de astrónomos, con Donald Backer en la cabeza del equipo hicieron mediciones del rayo púlsar que emite el cadáver de su estrella madre, una estrella de neutrones extremadamente densa, y con un tamaño muy reducido. El método con el que hallaron a este gigante, se llama “Efecto Doppler”. Con él, hallaron una perturbación en las señales de radio que emiten las estrellas de neutrones que investigaban, hallando al mundo que tratamos hoy aquí. Con mucha menos materia que su estrella, nuestro protagonista posee una masa equivalente a 2,5 Júpiters. Tiene una orbita similar a la que tiene Neptuno, a 23 UA de su Púlsar, una orbita que no tiene prácticamente nada de excentricidad, es decir, tiene una orbita casi circular. Este mundo tarda unos 100 años en rodear completamente a su Púlsar. Respecto a la distancia que nos separa a nosotros de ese sistema, podemos afirmar que es mucha. Matusalén se halla a aproximadamente 5.600 años luz de aquí, es decir, unas 5 veces la distancia que nos separa de la nebulosa de Orión.

Una  vez explicadas sus características, hay que hablar del origen de este mundo. Es un origen bastante extraño. Hay distintas teorías, pero la más aceptada es que el planeta se formó después de la explosión de su estrella madre. Para entender esta teoría, antes hay que entender como muere una estrella. Las estrellas, como nosotros, nacen, viven y mueren. Las estrellas, antes de morir, se transforman en gigantes rojas (en el caso del sol, por ejemplo). En esta etapa, que llega cuando el combustible de la estrella (el hidrógeno) se agota. Cuando pasa eso, la presión interna gana a la gravedad, que es lo único que evita que la estrella explote en el espacio. Entonces, la estrella se hincha, multiplicando su volumen 200 o 300 veces, mientras en su interior sigue la fusión nuclear. Del hidrógeno, se obtiene el helio, y del helio, a materiales cada vez más pesados como el carbono, el oxígeno, etc. Cuando llega el hierro (sólo en estrellas más masivas que el sol, ya que este no llegará a formar materiales tan pesados) el núcleo se colapsa, y crea una supernova. Si Matusalén hubiese existido cuando su estrella explotó como supernova, es más que probable que este mundo hubiese sido destruido por la onda de choque de la explosión, o sacado de orbita.

En el caso de PSR B1620-26 A, la estrella de la que estamos hablando, tenía suficiente masa como para dejar algo más peligroso que una simple enana blanca, una estrella de neutrones. Aquí es donde entra en acción la teoría presentada por los astrónomos.

Una vez ha muerto la estrella madre, hay una nube de escombros que ha dejado el núcleo tras de si, una nebulosa planetaria. A partir de una parte de esa nebulosa, en orbita alrededor del difunto núcleo, se empezó a formar un nuevo mundo. Al igual que un fénix, un cuerpo renació de las cenizas de otro, en forma de gigante gaseoso, un planeta mucho menor que la estrella original.  Eso ocurrió en una época muy temprana, unos 12.700 millones de años atrás, y desde entonces, este mundo muerto ha permanecido silencioso, completando una y otra vez su larga orbita hasta hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario